Si
lleváis tiempo por aquí ya sabéis que yo suelo huir de los “booms” de
lanzamientos en general, especialmente en lo que a cosmética se refiere (el
maquillaje SIEMPRE se me mete más por los ojos y hay veces que el ansia me puede).
Así que cuando salió esta gama y en las redes sociales nos bombardearon a
diestro y siniestro con las bondades de “Dream Long” fruncí un poco el ceño,
como siempre hago en estos casos.
La
cuestión es que meses después, de cara al verano pasado, me lancé con tres
productos de la gama: acondicionador, mascarilla y crema de peinado. Lo combiné
con la gama de Gliss, porque en verano el pelo está más castigado, lo lavamos
más y necesita más protección, a ver qué tal se comportaba.
Os
cuento cómo me fue con ellos.