Hay días muy, muy perros. Tan perros que a veces
no hay nada que los arregle, pero en general a mí, cuando tengo un día
regulero, es plantarme un labial rojo y, no sé, como que me cambia un poco el
humor, relativizo más las cosas, me veo TAN buena cara que afronto las
situaciones con otro humor.
Con esto no quiero decir que sólo me maquille los
labios de rojo cuando estoy de bajón, ni mucho menos. Por regla general amo los
labiales rojos y creo que es el color de labial con el que me veo más
favorecida (aunque mi madre diga que estoy mucho más guapa con los labios en
tonos naturales, ya sabemos cómo somos las madres a veces).
Por ello, he pensado que sería interesante reunir
en una sola entrada todos los labiales rojos que tengo por el tocador. Yo me lo
he pasado fenomenal haciendo las fotos y redactando la entrada, espero que a
vosotr@s también os guste.